MESTRE CARI EN ARGENTINA




    Viernes por la noche. Después de meses de organización, finalmente había llegado el momento de conocer a Mestre Cari. Todos habíamos escuchado muchas veces su nombre; Comprido, nuestro instructor, había compartido con nosotros numerosas anécdotas que lo tenían como protagonista. Había mucha expectativa en el Quilombo Baires. Lo esperábamos con las empanadas en el horno, que nosotros mismos habíamos preparado. Queríamos agasajarlo y recibirlo como se merece. Mientras contábamos los minutos, alguien empezó a tocar el piano, otro se sumó con una guitarra. De repente, bombo, pandeiro y hasta un palo de lluvia sonaban en el lugar. Cantando canciones populares hicimos más amable la espera. Interpretábamos De Música Ligera cuando sonó el timbre y se interrumpió la canción… Entró Mestre Cari junto a Comprido y nos saludó a todos, uno por uno. Se sentó con nosotros y nos pidió que siguiéramos con nuestra música. Sonaron los últimos acordes y con ellos llegaron las empanadas desde la cocina. Mientras comíamos, Mestre Cari fue contando su visión de la vida y de la Capoeira –aspectos que durante todo el fin de semana estuvieron profundamente entrelazados. Compartió con nosotros parte de su historia y de los cambios que atravesó en su vida, resaltando la importancia de usar la Capoeira con responsabilidad, con amor y con respeto, y por sobre todas las cosas, nos pidió que no la confundamos con la violencia. Nos aconsejó que aprovechemos todas las oportunidades para aprender lo máximo posible, preparándonos para la guerra si queremos conseguir y defender la paz. Nos transmitió también la importancia de conocer y practicar los fundamentos de la Capoeira: conocer el portugués (la lengua que habla la Capoeira), y conocer la música, para poder responder con el jogo adecuado a los distintos toques del berimbao y las distintas canciones que suenan en la roda.
Al día siguiente -sábado 17 de agosto- la jornada comienza temprano. A las nueve de la mañana, todos listos y esperando ansiosos la primera clase con el Mestre. En sintonía con lo que había transmitido la noche anterior, comienza la clase compartiendo con nosotros la música del jogo de Benguela. 






    Primero, nos enseña el toque de berimbao, y luego algunas canciones que él mismo ha compuesto para este tipo de jogo. La clase de música se colorea con explicaciones sobre la esencia del jogo de Benguela y, así comenzamos a practicar algunos movimientos. Se trata de un jogo que tiene mucho más contacto con el suelo que el Regional, y que al ser más lento, permite que los jogadores se tomen su tiempo para pensar y sentir los movimientos que desean hacer para poder establecer un diálogo corporal con el otro jogador. Vamos pasando en parejas al pie del Berimbau, y el Mestre interrumpe los jogos para mostrarnos distintas posibilidades de movimientos de acuerdo con la posición alcanzada por los jogadores. Terminamos la clase con una pequeña roda, en la que practicamos lo aprendido.
    Por la noche, agasajamos a Mestre Cari con un buen asado argentino. El Mestre compartió la noche con nosotros y con sus hijos. Éste es el momento en que Cari puede conocernos como grupo; es el momento en que puede vernos interactuar entre nosotros, reírnos, bromear, ayudarnos y, por sobre todo, divertirnos.
El domingo por la tarde nos volvemos a reunir en nuestra Casa de Entrenamiento –la Biblioteca Popular Devoto Oeste-, para participar de una nueva clase con el Mestre. Esta vez, Mestre Cari ha decidido que la clase será de Capoeira Regional. Al igual que el día anterior, comenzamos practicando el toque de Sao Bento Grande de Regional, y luego introducimos las palmas y el canto. Terminado el momento musical, hacemos una entrada en calor y practicamos algunos movimientos propios de este estilo de jogo. Esta vez, el entrenamiento es más intenso. Estamos todos cansados, pero nadie quiere perderse nada. El Mestre nos enseña algunas entradas, y nos transmite la importancia de jogar cerca del otro jogador y de generar una interacción sutil con el otro. A medida que fuimos conociendo al Mestre, pudimos reconocer en sus gestos, en sus frases, en su modo de enseñanza y en su visión de la Capoeira, el vivo reflejo de todo aquello que Comprido nos había transmitido durante todos estos años. Las personas eran distintas, pero los valores y los principios eran los mismos. Al final de la clase, llegó el momento de poner en práctica lo que sabemos: el Mestre tomó posición de observador y quiso ver a nuestros instructores (Palmeira, Mola y João Trapiche) liderar la roda. Primero, un jogo de Benguela y, luego, Regional. Cuando termina la roda, Mestre Cari vuelve a destacar que la Capoeira es una sola, más allá de las creencias individuales. Nos sentimos conmovidos por sus palabras.
La jornada aún no ha concluido: Comprido tiene una sorpresa para el Mestre y para nosotros también. Desea que Cari conozca la marca que la Capoeira ha hecho en nuestras vidas y lo que su visita ha dejado en nosotros; entonces nos pide que cada uno comparta para todos lo que la Capoeira significa en su vida. Para muchos, se trata de un momento de esparcimiento, de alegría, de liberación, algo que nos permite olvidarnos momentáneamente de las preocupaciones y de las obligaciones cotidianas. Para otros, la Capoeira ha dejado de ser algo que hacemos, y se ha convertido en lo que somos, atravesando todos los aspectos de nuestras vidas. Para sintetizar nuestro agradecimiento en algo material, Comprido entrega al Mestre una placa de reconocimiento de parte de Quilombo Baires. Para finalizar la jornada, Mestre Cari realiza la entrega de cordas de graduación de acuerdo a los exámenes nivelatorios rendidos en noviembre del 2012. Recibimos las cordas de las propias manos de Mestre Cari que las anuda a nuestras cinturas. Una vez entregadas todas las cordas de alumnos e instructores, aún queda una corda sobre la mesa. El Mestre pide la palabra para hacer un anuncio: ha decidido nombrar a Comprido como Contra-Mestre, título merecido y ganado con su trayectoria y con el enorme esfuerzo dedicado a la enseñanza y la difusión de la Capoeira en Buenos Aires. Todos sus alumnos, orgullosos, explotamos en un aplauso infinito, sabiendo lo merecido del reconocimiento. Comprido desata su gastada corda amarilla-naranja, y recibe la nueva corda, que Mestre Cari anuda a su cintura. Luego de tanta emoción y reconocimiento sólo queda tomar una foto grupal, mostrando nuestros diplomas y luciendo nuestras flamantes cordas.


Por último, el lunes 19 de agosto tuvo lugar la roda abierta. Ésta fue una jornada emotiva, en la que tuvieron la posibilidad de reencontrarse muchos de aquellos que fueron alumnos del Mestre y que hoy participan de distintas agrupaciones de Capoeira. Fue una roda sumamente interesante, llena de jogos bonitos, alegres y amigables. 


Tuvimos el placer de ver al Mestre jogar con sus alumnos, y de sentir el Axé y la energía que sólo Mestre Cari sabe poner y contagiar en una roda. Un final perfecto para un fin de semana que, sin dudas, va a marcar un antes y un después en la historia de Quilombo Baires.

Crónica escrita por Vampira.

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AGRADECIMIENTOS

Gracias a todas las personas que participaron y participan de mi formacion como Capoerista. Mestre Pedrinho; Mestre Cari, Mestre Dedeco, Mestre Gytauna, Mestre Damoda, Mestre Marinaldo, Mestre Ginga, Mestre Chaminé, Mestre Cobra Mansa, Profesor Viralata, Prof. Marquitos, Prof. Fuampa, Prof. Anderson, Prof. Rully, Prof. Pantera, Prof. Macaco Branco, Inst. kio, Inst. Garza.




Grupos, TMA Terreiro Mandinga de Angola, Fundo do Quintal, Baires, Topazio, Aguila Dorada, Corpo e Magia, Orixas, Liberación, GUETO, Quilombolas, Esporao, Palmares, Volta ao Mundo.



A todos aquellos Capoeristas de la calle sin aula ni cordel.

Y en especial a mis alumnos, parte fundamental del crecimiento del capoeira! Este espacio es dedicado a ellos a los que persisten y entrenan

Sincera y humildemente. Comprido