De María José Paternosto (RUBI)
Quisiera presentarles el proyecto
de una clase de elongación/estiramiento, desde otro enfoque tratando de
desmitificarlo para que no sea tomado como parte obligatoria a realizar después
de hacer ejercicio, sino como una rutina en sí misma para ser incorporada como
ejercicio físico, mental y espiritual.
Tengo 45 años de edad y se podría decir que desde chica
aprendí a escuchar mi cuerpo, concientizar movimientos y sentir desde adentro
cada uno de ellos. El yoga y largas clases de elongación -donde aprendí también
a meditar- me han dado la experiencia y las ganas de transmitir estas bondades
a quienes deseen y necesiten ejercitar el estiramiento y mejorar las posturas
que sin darnos cuenta mal conllevamos en nuestras rutinas diarias.
Los beneficios de la elongación/estiramiento y meditación han
sido confirmados, resaltados y aconsejados por especialistas alrededor del
mundo; ya no quedan dudas de sus beneficios físicos, mentales y espirituales.
Mi experiencia corporal comienza a los 7 años cuando comencé a
estudiar danzas clásicas. Lo hice hasta los 12 años con el maestro Wasil Tupin;
dos de esos años estudié en la Escuela de Danzas del Teatro Colón de Buenos
Aires.
A los 15 años me incliné por Expresión Corporal y Danza Jazz.
Ambas clases dictadas por Nelly Duarte en el club GEBA. Con ella se había
formado un grupo con el cual hicimos muestras en el mismo club, teatros
independientes y el Centro Cultural de la Recoleta. Con ella aprendí muchísimo sobre mi cuerpo, el espacio y cómo expresarme.
Ya a los 18 comencé a incursionar en los deportes dejando de
lado la danza. Este periodo se extendió hasta los 30 años aproximadamente donde
alterné clases y participación en un equipo amateur de vóley. También estuve entrenando natación y gimnasia aeróbica.
Luego de unos cuatro años y ya en otro país, (me había mudado a los Estados Unidos) mi entrenamiento se limitaba a rollerblade y natación hasta que descubrí Kick Boxing y Pilates, actividades que me brindaban diferentes satisfacciones y conocimientos. Unos años después, descubrí el yoga y el Bodyforging/Totalforging con Kevin Philion, actividad de la cual soy instructora. Ambas actividades las practiqué por un periodo de aproximadamente 3 años.
Ya de regreso en el país hace ya casi cuatro años, buscando una actividad que satisficiera mi exigencia corporal descubrí un taller de Capoeira dictado por Contra-Mestre Comprido del grupo Quilombo Baires. Allí aprendí -y sigo aprendiendo- esta maravillosa disciplina que mezcla y entrelaza todo lo que he venido haciendo y aprendiendo durante años; danza, kickboxing y porque no, yoga también.
Luego de unos cuatro años y ya en otro país, (me había mudado a los Estados Unidos) mi entrenamiento se limitaba a rollerblade y natación hasta que descubrí Kick Boxing y Pilates, actividades que me brindaban diferentes satisfacciones y conocimientos. Unos años después, descubrí el yoga y el Bodyforging/Totalforging con Kevin Philion, actividad de la cual soy instructora. Ambas actividades las practiqué por un periodo de aproximadamente 3 años.
Ya de regreso en el país hace ya casi cuatro años, buscando una actividad que satisficiera mi exigencia corporal descubrí un taller de Capoeira dictado por Contra-Mestre Comprido del grupo Quilombo Baires. Allí aprendí -y sigo aprendiendo- esta maravillosa disciplina que mezcla y entrelaza todo lo que he venido haciendo y aprendiendo durante años; danza, kickboxing y porque no, yoga también.
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